PRECIOSAS ARTESANÍAS EN CROCHET Y ABALORIOS
Salmo 143
Benedictus Dominus petra mea...
Oración del rey después de la victoria.
1 De David.
BENDITO sea el Señor, mi roca,
que adiestra mis manos a la batalla, mis dedos a la guerra.
2 Misericordia mía y alcázar mío,
mi fortaleza y mi libertador,
Mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos.
3 SEÑOR, ¿qué es el hombre, que te cuidas de él,
el hijo del hombre, que piensas en él?
4 El hombre es semejante al soplo de la brisa:
sus días, a la sombra que pasa.
5 ¡Señor, inclina tus cielos y desciende,
toca los montes, y alzarán humareda¡
6 Fulmina el rayo y desbarátalos,
asesta tus saetas y contúrbalos.
7 Extiende tu mano desde lo alto,
sácame y líbrame de las muchas aguas, de mano de extranjeros,
8 Cuya boca habla mentira,
y su diestra jura en falso.
9 ¡Oh Dios¡, un cántico nuevo te cantaré,
con el salterio de diez cuerdas acompañaré.
10 A Ti, que das la victoria a los reyes,
que libraste a David, tu siervo.
11 De espada maligna sácame
y líbrame de mano de extranjeros,
Cuya boca habla mentira,
y su diestra jura en falso.
12 NUESTROS hijos sean semejantes a las plantas,
creciendo en su adolescencia;
Nuestras hijas, cual columnas angulares,
esculpidas como columnas de templo;
13 Nuestros graneros estén llenos,
abundantes en todos los frutos;
Nuestras ovejas, mil veces fecundas,
multiplíquense a millaradas en nuestros campos;
nuestras bestias vayan cargadas.
14 No hay brecha en los muros, ni destierro,
ni llanto en nuestras plazas.
15 Dichoso el pueblo que posee tales bienes;
dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor.
SALMO 143.-1 a la batalla contra los enemigos del Señor. San Agustín lo acomoda a la lucha contra los enemigos del alma.
5-7 La tempestad es señal de la venida del Señor, como en el salmo 17, 10.
- tus saetas: tus rayos.
8 y su diestra jura en falso; solían jurar con la diestra levantada.
12 Nuestras hijas cual columnas angulares: semejantes por su garbo a las cariátides que ornamentan los contrafuertes de los ángulos embelleciendo el edificio.
15 dichoso el pueblo... El supremo bien del pueblo, y fuente de los demás es la práctica de la religión verdadera.
PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Campanillas (Málaga) |
MARÍA JOSÉ JIMÉNEZ ESTILISTA